La Escola de Música del Palau nació tuvo su nacimiento en el curso 1975-76 a partir de unas conversaciones entre los responsables del Orfeó Català y Joaquim Garrigosa, a quien se encargó la responsabilidad de poner en marcha el proyecto de los cursos de Iniciación Musical para Niños. En el curso 1985-86, la Escola, que se había ubicado en las dependencias del Palau de la Música primero y en la calle de Ortigosa después, tomó forma legal con la creació de una cooperativa de maestros coincidiendo con un nuevo traslado al piso principal de la calle de Sant Pere més Alt, 6. En marzo de 1991 la Escola obtuvo la clasificación, por parte de la Generalitat de Catalunya, de centro no oficial reconocido de grado elemental (DOGC nº 1431, de 17.4.1991) y, con motivo de la aplicación de la LOGSE, la clasificación de escuela autorizada de grado elemental (DOGC nº 2179, de 8.3.1996).
Desde un principio se decidió partir de unas metodologías que respetasen el proceso evolutivo natural del niño y que le permitiesen desarrollar al máximo sus capacidades musicales, tanto técnicas como expresiva, poniendo el lenguaje musical al alcance de la mayoría de niños, y realizando un trabajo pedagógico estrechamente vinculado con la tradición musical catalana. Sus contenidos comprenden los grados elementales y una parte del medio de lenguaje musical.
A partir de los 4 años los niños empiezan a fijar sensorialmente los mecanismos musicales básicos que más adelante deberán tener correctamente asimilados.
Los mayores trabajan en la línea pedagógica pero con una adaptación de la programación a sus posibilidades más amplias de rapidez y control intelectual.
En cuanto al estudio del instrumento, los criterios básicos de la Escola son, por una parte, despertar la sensibilidad del niño hacia el universo sonoro y musical de su instrumento, y por otra proveerle una técnica sólida y bien fundamentada desde el inicio del estudio. La oferta de instrumentos es muy amplia, incluyendo piano, violín, violonchelo, flauta dulce, flauta travesera, guitarra, clarinete, trompa, trompeta, oboe, saxo y canto.
En esta línea de hacer música y de gozar del instrumento desde el principio, se da mucha importancia al conjunto instrumental para desarrollar la audición dentro del trabajo de conjunto.
La actividad del canto coral también es básica para el trabajo que se lleva a cabo, ya que permite trabajar la expresividad musical partiendo de la voz.
Con el fin de poner al niño en contacto con la música instrumental en vivo en la doble condición de espectador e intérprete, la Escola organiza dos tipos de actividades. Por una parte, conciertos dirigidos a los alumnos a cargo de intérpretes de nivel profesional, y por otra parte, conciertos de los propios alumnos abiertos al público en general.
El contacto de los padres con los profesores a través de los boletines de notas o bien personalmente cuando resulte necesario, es imprescindible para la buena marcha del aprendizaje.
Cuatrimestralmente la Escola avalúa el momento concreto de cada niño tanto de lenguaje musical como de instrumento con la doble finalidad de ofrecer información y de poder tratar adecuadamente les diferentes situaciones.