Alimara - Porta Ferrada

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Entre los músicos más destacados que ha dado este país en el terreno sinfónico, han existido dos formas de acercarse a la sardana. Unos la han usado tratándola solamente como forma musical -curts (pasos cortos) y llargs (pasos largos), compás binario-, un recipiente aséptico donde verter el fruto de la cosecha propia, en muchos casos ensayando una escritura heredada de las vanguardias del siglo xx. Otros, la mayoría, han entendido que una cuba del país tiene que contener un buen vino del país, acordando forma y lenguaje con un mismo espíritu, y se han regocijado escribiendo música de alto nivel en la tradición autóctona más vibrante. Alimara (Almenara) y La Porta Ferrada prueban que el maestro Antoni Ros-Marbà se adscribe a este segundo grupo.
Con una expresión cada vez más personal, cuando Ros-Marbà escribe para cobla sabe perfectamente la música que debe escribir: la que le ha legado el imaginario sonoro de esta tierra.
Alimara (1964) es fruto de un encargo de la Obra del Ballet Popular para el Aplec de la Sardana de Montserrat de ese año.
Con Porta Ferrada (1973), logra el Premio de la Crítica del certamen La Sardana de l´Any.