Concertino da camera

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Para tenora y cobla
La obra forma parte del ciclo de composiciones que el autor ha dedicado a la tenora con motivo del 150 aniversario de la misma. Inicialmente está concebida dando a la cobla un estilo camerístico en el que el primer tenora es el protagonista solista. El lenguaje de estética independiente y comprensible (como resulta habitual en la concepción creativa del autor) presenta una cierta dificultad debido a determinados elementos interválicos no comunes en la literatura de dicho instrumento. Pero a pesar de estos problemas, se puede lograr una muy buena ejecución, como lo certifican las excelentes versiones llevadas a cabo en concierto por solistas de gran prestigio. Formalmente, se estructura en tres movimientos ligados, el primero de carácter alegre y impulsivo, el segundo un poco melancólico y el tercero nuevamente alegre y con un ligero acercamiento a las características de las danzas tradicionales de nuestro país.