Barcelona (1914-1995), pianista y compositor. Estudió piano con Pere Vallribera y composición con Antoni Massana, alumno de Enric Morera y Enrique Granados, y Cristòfor Taltabull, alumno de Max Reger. A. Massana le transmitió el gusto por la música popular catalana, así como por la música de Wagner y Debussy, y del maestro Taltabull, recibió la afición por Brahms y Hindemith.
Tras finalizar sus estudios, Juli Sandaran Sambeat se interesó por el jazz y la improvisación, siguiendo los modelos de la época. Fue uno de los iniciadores de este género en Cataluña y lideró orquestas, cuartetos y tríos en diferentes locales de Barcelona. A partir de los años 60, fue uno de los pianistas principales del local de jazz “Jamboree”, donde alternaba con el trío de Tete Montoliu entre otros. Una de las características de su personalidad fue que luchó para que el jazz gozara de la misma consideración y seriedad que la música llamada “clásica”. Lo que más le importaba era que la música fuera de calidad.
Participó en el primer festival de jazz de Barcelona (1966) y tocó con figuras del jazz como Emil Beckman, Lou Bennett, Bill Coleman i Stephane Grappelli. También participó activamente en el movimiento de la Nova Cançó (1963).
Cultivó géneros muy diversos, desde canciones (voz y piano), armonizaciones y arreglos de canciones populares y música de cámara para diferentes instrumentos (dúos, tríos y cuartetos), hasta la música religiosa, las sardanas y la música para teatro y televisión.
Destacan, en su obra, la “Suite para doce violoncelos”, interpretada y dirigida por el violoncelista Lluís Claret; un oratorio para coro, órgano y cuarteto de cuerda o pequeña orquesta; seis sardanas; la comedia musical “El Roig i el Blau” con texto de Joan Oliver (Pere Quart), estrenada en el Teatre Grec y coproducida por TV3 (1985); la música para algunos de los personajes del “Bestiari” de Joan Oliver; música para la obra de teatro “El brunzir de les abelles”, de Rodolf Sirera (1991); y distintas piezas para el programa de televisión catalana de TV2 “Terra d’escudella” (1978).
Su música tiene una clara influencia de la música catalana, que se expresa a través de bellas melodías, y del jazz, visible en la estructura armónica de sus obras.
Podéis consultar: “El Jazz a Catalunya”, Edicions 62, Barcelona (1985), de Alfredo Pappo; y “Jazz en Barcelona 1920-1965”, Editorial Almendra Music (2005), de Jordi Pujol Baulenas.